Wednesday, April 26, 2006

Un niño y un hombre transportan una escalera

Un hombre carga junto a un niño, posiblemente su hijo, una escalera de 10 peldaños. Cruzan la calle Francisco Bilbao en la esquina de arzobispo Larraín Gandarillas.


El liberal levanta un puño y lo deja caer con violencia en la mesa. Dice a todo pulmón:
-Este país que hemos denominado erróneamente Chile debería ser una provincia del gran Virreinato Patagónico, que yo, junto al arzobispo Gandarillas, aquí presente, hemos fundado ayer en compañía de los indios Selknam. Quienes sí saben nombrar el territorio que les pertenece y constituirse como nación[1]-

Ante el delirio bizantino de Bilbao y su compañero de ruta Gandarillas los demás comensales, entre los que se encontraba el joven Balmaceda, prefirieron callar.

Días después los que estaban presentes en aquella reveladora reunión se reunieron en secreto con Balmaceda y su amigo de toda la vida Lastarria, quien años antes había fundado sin mucho éxito la Academia de Letras de Chile. Estaban todos muy conmocionados con la propuesta de Bilbao, de quien conocían sus arrebatos grandilocuentes y sus ideas descabelladas.
Dispusieron tres medidas precautorias

- El país en que vivían se seguirá llamando Chile
- Los Selknam serían exterminados
- A Francisco Bilbao y Larraín Gandarillas se les dará un lugar secundario en la historia de Chile y se construirán con sus nombres calles pequeñas y sin importancia que se inundarán con la primera lluvia del invierno.


El hombre coloca la escalera apoyada en la cornisa de su casa, el niño sube los 10 peldaños que los separan de su padre y el suelo.

En la esquina de Bilbao con Arzobispo Larraín Gandarillas una jauría de perros bebe el agua que inunda la calle.

[1] Selknam en lengua Kawescar significa: Todos somos iguales.

Monday, April 24, 2006

este es un camion Premix



bueno, no tanto porque es de otra empresa, pero este es el inspirador de los poemas del post anterior y otros que están en el Olguín ampliado, que no verá la luz por ahora. La cosa partió hace 3 o 4 años cuando vivía en dublé almeyda 2933 en una casona de 100 años llena de ratones. En esa época tenia insomnio y para matar el tiempo iba a los fliper que quedaban en irarrázaval, el boliche no cerraba nunca por que era una chapa pa vender droga (lo supe después) y allí me quedaba hasta que amanecía, a primera hora, en medio de la calle desierta, un camión de estos pasaba a toda raja, y el ruido que hacía era impresionante, sobre todo porque todo a su alrrededor estaba en silencio. Me quedó grabado. El ruido, las hojas que le seguian por unos metros, el silencio aterrador cuando ya no estaba. Les puse Premix porque era lo unico que alcanzaba a ver con claridad, algo articulado me refiero, lo demás era un vacio atroz, bueno, se entiende yo estaba algo transtornado por la falta de sueño.
Esto escribí para el Olguín ampliado:



Lo que más me gusta de los camiones Premix es lo que provocan en el aire quieto de la noche. Está quieto. Muy quieto. Entonces pasa zumbando un gigantesco camión Premix. Y el aire se mueve justo después de él arrastrando pequeños objetos y hojas. No es el camión, es el aire después del camión. No es la palabra, es el aire después de la palabra.

Saturday, April 22, 2006

mas poems (2002)

Una tonta fotografía mía
junto a un camión Premix




i


La rueda negra atrás
de mi cuerpo estático frente
al clic de la maquina de fotos
el barro plomo dentro
del camión premix donde
no deja
de circular la histeria y el cemento



ii


Los escarabajos perecen
en el interior
y el clic
no da cuenta del fatal acontecimiento.
(final)
Ignorante de la horrible muerte de los escarabajos
Sonrío a la cámara

Clic.










dos poemas sobre ampolletas






i




Las ampolletas de 100 watts revientan
dejándonos en la oscuridad
nos quedamos en silencio por el poder de los artefactos
y el delgado hilo de la esfera
clavada al espinazo de las polillas
o a la pared
¡da lo mismo!
el agua que inunda tu casa viene de esta catástrofe
la oscuridad que sigue a la explosión
es la desmesura y la libertad de la ampolleta quebrada

el agua que inunda tu casa viene de las ampolletas

me miras
y en silencio
extiendes

Las alas de los pájaros ahogados en la tina.



ii




Toda esta agua que llena la casa se ha escapado de las ampolletas

Te recuerdo bajo el sol tangencial de la tarde
junto a un ventilador de fierro estilo bauhaus
tenias una polilla presa en tu mano

El agua de las ampolletas
la luz incontrolable de las ampolletas de 100 watts
inunda la casa
humedece los rincones
entra en tu piel
en la hondura de la pereza

Te pregunto
¿que es la afasia?

La afasia es la incapacidad del lenguaje para nombrar la memoria.









La grulla es un animal doméstico





La grulla es un animal doméstico
imita su paseo lento sobre los juncos
en la alfombra de mi casa
deja caer el pico
sobre los pequeños orificios
a veces

en mitad de la noche
despierto con el golpeteo
de un pez lleno de polvo
que entra desnudo
en la garganta de la grulla.









Qeer as folk







Por la boca
el sudor y el agua
los caballos rubios
cruzan el mar de lentejuelas.










WASP





Tengo la piel tan blanca
que puedo ver el maravilloso
funcionamiento de mis órganos

mi cuerpo es un maquinaria perfecta
como mi constitución
y mi cultura

ahora
¡díganme!

¡que no lo ven!

mi cuerpo es un gigantesco misil
que merece ser lanzado.









Una leyenda popular









El palurdo
hijo de campesinos
cuya fuerza proverbial utiliza
para la mansedumbre de los caballos
galopa imitando la calavera y la piedra
en la cañada de los corderos

Los escarabajos enfermos chocan
unos contra otros sobre cientos de muertos
el hueco en la lengua
el frio
en la terrible noche de la república

El palurdo
Hijo de campesinos
entierra a su padre en el páramo


A este lugar llamó
valle central de Chile.

Monday, April 17, 2006

CHICOS, MAÑANA A LAS SEIS EN LA BIBLIOTECA DE SANTIAGO, VUELVO A LAS PISTAS, LOS QUE PUEDAN YO FELIZ DE VERLOS ALLÁ. ABRAZOS.

ABAJO LA RUTINA COMPLETA.


Martes 18: Marcelo Guajardo, Iván Maureira, Raúl Hernández
Miercoles 19: Rodrigo Veliz, Enrique Winter, Edson Pizarro
Jueves 20: Alejandra Pinto, Alejandra Gonzalez Celis, Ursula Starke
Viernes 21: René Acevedo, Sebastian Astorga, Héctor Hernández Montecinos
Horario de lecturas: 18:00 hrs.

Lugar: Sala de Literatura (3er Piso) / Biblioteca de Santiago (Matucana 151, Metro Quinta Normal)

Friday, April 07, 2006

uno de enero 2006

Se levanta el agua
simétrica de la fuente
hasta que la luz la atraviesa
y el viento la dispersa sobre tu cara
de madrugada, tu lengua
es más agua en mí

Sunday, April 02, 2006

nota

Los domingos como que me baja una pequeña depre, hoy esta nublado y triste y pa mas remate dan los Tenenbaum hoy, una “comedia” de Wes Anderson, que es sin duda mi peli preferida pero que me da una nostalgia de aquellas. En fin, lo de abajo, está listo, lo empecé el 2005, en julio, y es como la mayoría de los textos poéticos, un macizo salvavidas de plomo, el intento algo inútil de dejar al fantasma atrapadito en el papel. Que esté ahora en el blog significa que lo dejo ir, lejos, lejos, porque el tiempo ha pasado y los textos han dejado de pertenecerme.
El dibujo que lo acompaña es un poco anterior, de febrero del mismo año, creo, lo voy a dejar en el blog un rato para que se acostumbre a su nueva casa.




Mi amor quebrado
pegado a los muros











"y me incliné sobre mi arropado y quebradizo esqueleto y acaricié su calavera
tibia de tierra
y le dije lo que debía decirle
que mi amor había sido entrañable"

Marina Arrate
Mi vida está quebrada
Quiero que me tomes y me beses tanto
Hasta olvidar este cuerpo mío



Quiero colgar cada uno de mis poemas y verlos reunidos como si fueran mis piernas colgadas, mis ojos colgados, mi clavícula colgada. Quiero que me ames toda la vida, aunque no me veas ni puedas tocarme. Te quiero como la punzante certidumbre, como el clavo que sujeta mi cuerpo al muro.




Te quiero como la infatigable noche y su transparencia. Allí, pegado a los muros, como uno de mis amados poemas.



Quiero tu pecho. No quiero nada más que tu pecho, esta negra noche, como un beso a ciegas en la niebla. Quiero que me veas dormida y tú no puedas llorar siquiera. Despierto, inmóvil, como la rama vacía del árbol que recibe la lluvia de julio.







Sedada. Mi boca junto a la tuya. Respiramos. Di mi nombre. Traga mi puño y mi voz. Di mi nombre Quebrada en la transparencia, vuelvo a la mortaja, con un cuerpo que ha dejado de pertenecerme.


No quiero que llores, aunque creo que has tenido unas ganas enormes de llorar. Este temblor no lo puedo detener, quiero morirme, sabes, esta noche y todas las noches que vendrán, no quiero el descanso de la muerte, quiero morirme una y otra vez, para ver mi cuerpo tendido y envenenado junto al tuyo.

Abre los ojos, no duermas, vela mi sueño, aunque me odies tanto.






Me rompo. Me gusta el sonido de mis huesos repartidos en la piedra. Sube la música, quiero herirme en los oídos, que me duelan, Quiero sentir mis oídos, romperlos si es posible. Sube la música que llene esta oscura habitación. Ves mis poemas, son tuyos, todos tuyos.


Respira conmigo, quiero el sonido de tu boca respirando. Quédate en silencio y escucha el sonido de mi boca respirando. Este aire me duele. Este amanecer me duele. Que estés tan vivo junto a mi me duele. El temblor de tus manos que aprietan mi pecho me duele, no me sueltes, no me sueltes.


No duermas, observa como cierro lo ojos y tiemblo. Tengo pesadillas en ellas veo las heridas de mi cuerpo por donde los escarabajos ejecutan una danza atroz. Estoy muda, quebrada. Mi boca está llena de cenizas. Bésame largamente quédate con este miedo, quédate con estas cenizas. Acércame a tu pecho. No puedo amar, estoy cansada y tengo miedo. Quiero abrazarte como si fueras una multitud sin identidad. Sólo un cuerpo tendido y vivo junto a mí. No duermas. Este sol torcido aparecerá en la cordillera en cualquier momento la transparencia desaparecerá. Dirás mi nombre Me levantaré apenas llegue el nuevo día, lloraré en la soledad de las palabras y tu serás la multitud que me abraza en esta noche interminable.





Mi clavícula está rota en la transparencia. Esta es la nada me dices. De esto se trata; del sueño quebrado y la vigilia. Helado el ojo y mis caderas por donde el sol torcido le abre el pecho al mundo. Muérdeme, sácame un enorme trozo del corazón, y dáselo a los pájaros.


Te pierdo, así como he perdido a otros. Te tuve y me tuviste y la transparencia del sueño fue de nosotros. Ahora inmóviles como la sal nos quedamos en la oscuridad de nuestro intoxicado sueño. Abrázame, aunque estemos solos, y en los pastizales sólo se oiga, el lento rumor del fuego quemándolo todo.