Monday, April 30, 2007

fin del mundo

Thursday, April 19, 2007

ping-pong

El bueno de Raúl Hernández tuvo a bien incluirme en una muestra de poesía chilena que acaba de aparecer en la red, a cargo de la revista Dominicana de literatura Ping- Pong. Además de la muestra se incluye una breve antología del poeta Manuel del Cabral, muy desconocido en Chile y motivo de mi inconclusa Tesis de Magister.
Desde aquí mil gracias a Raúl y saludos a los muy buenos poetas que me acompañan en la muestra, en orden aleatorio, Ursula Starke, Cristián Cruz, Víctor López, Damsi Figueroa, jaime Huenún y Héctor Figueroa.

www.revistapingpong.com

Monday, April 09, 2007






Jardín de las delicias

Un árbol, un árbol con las patas de elefante sobre dos botes trozados, el mar de ceniza y el fuego quemando el sutil encantamiento del fuego quemando, el ojo del hombre abierto como un nabo podrido, como las nervaduras de los ojos quemados por el sol, tuerce, amanece de pronto y corta, los montículos de huesos, las gaitas hinchadas, los cuerpos cortados por el cuchillo, un ojo flota en el Leteo, la mano erizada de Dios, en la boca de Adán, lo muerde suavemente en la nariz y en las cuencas de los ojos, los violoncelos repartidos en el prado cuidado y perfecto en donde los pies enormes de los Patagones han dejado una huella profunda –allí cabe una ciudad dijeron- y los Patagones siguieron con sus leves gemidos que llamaban lenguaje y en sus manos crispadas los pájaros crecen hasta volar en torno al sol, un sol colocado en la cabeza de Dios, el Dios que muerde el cuello de Eva mientras, envistiendo, la penetra, y con la mano crispada masturba a Adán, que se agita de placer tendido en la hierba, el cuello rígido por la sangre, los hombros tensos y rígidos por la sangre, la lengua rígida por la sangre, el pubis sofocado y rígido por la sangre, el clítoris rígido por la sangre, las rodillas despojadas y rígidas por la sangre, las tres espaldas rígidas por la sangre, las orejas rígidas por la sangre, los ojos inmóviles y rígidos por la sangre, arrancado, el puño sordo que cortó la tierra, torcido, el pez que me diste de comer, las raíces del geranio que mordiste entre mis piernas hasta llegar a los testículos, sangrando, las manos rígidas por la sangre, las caderas intoxicadas y rígidas por la sangre, el hígado partido y rígido por la sangre, el glande oscuro y rígido por la sangre, el ano enraizado y rígido por la sangre, el abdomen, la cervical abyecta, el oído.

Sunday, April 01, 2007



Instalación incomprensible

en el ala norte de una galería de arte en Londres

en la pradera donde

el artista inglés ha situado el simulacro

de asesinato, con pomposas y circulares

luces, similares a la de los letrerillos añejos

de los moteles de las road movies

allí, en el interior del simulacro

dice.

There will be no miracles here.

más bien un destello una luz temblando en la hendidura,

un aletargado relámpago un árbol rojo que arde en silencio.

No habrá milagros ni luces de bengala –lo sabemos-

y ese terco pesimismo nos intoxica de un modo aterrador.

Como si de pronto el veneno de la certidumbre

hubiese alcanzado un lugar más profundo.

Estamos tirados en la cama,

escuchando los nocturnos de chopin,

con pastillas y pisco sour en el velador.

Con ganas de que una granada nos estalle en la cabeza.

Tal vez, solo tal vez, exista un día soleado cruzado

por una refrescante brisa, mientras camino con tranquilidad

hacia el lugar en donde el destello del charco de orina se vuelve brillante y afilado.

Un puñal de orina. Una daga amarilla subiendo, hasta la retina y el iris.

There will be

un artista inglés que curiosamente

ha hecho una parodia de las sociedades latinoamericanas.

Sin proponerselo siquiera. Balbuceando.

Con las luces rojas ordenadas en un enorme cuadro empotrado en una pradera.

Probablemente la campiña inglesa.

y dentro del cuadro

dos actores simulan una y otra vez

el asesinato de uno de ellos

usando un globo terráqueo de juguete

There will be

un pejerrey seco bajo el sol repetido de la baldosa.

Habrá un diminuto gallo de la pasión que avanza con sigilo y altivez.

Habrá una secreta esperanza. Una lengua desgajada abierta como un lirio.

Un buey almizclero. Un feliz degollamiento.