Wednesday, November 23, 2005

Hace como cuatro meses hicimos con la Carola Z unos libritos con la segunda parte de Teseo. Eran ocho recuerdo, la mayoría quedaron en manos de gente re importante para mí, y dos ejemplares en bibliotecas (motivado por esa suerte de conciencia ciudadana que todo institutano le lleva). Uno en el café literario de provi y otro en la biblioteca nacional. En ambos lugares están registrados sin nombre así que hay que pedirlos por el título: El cielo repetido en el mar acrílico de Cartagena. Le pedí al Mati Cociña que incluyera el texto en la pag. del temple y como mi compadre ahora tiene laptop lo subió al toque. Está en textos inéditos por si lo quieren chequear. Lo que voy a postear ahora es un poem que tiene que ver con toooodo el royo de Cartagena, que como tooodos los poemas en que trabajo, crecen y crecen. Allí les va.






en mitad de la noche abisal
los papiones bajaron destruyéndolo todo




La mandíbula abierta y el espasmo del hambre
La mandíbula abierta y el espasmo de la tortura
Los papiones cuyo rojo culo imita
el arrebolado vestido de fiesta
de las Señoras de Cartagena
Temblando por el dolor de la ira
La pezuña puesta en la tierra, el único lugar
La mandíbula abierta por la fiebre
y del hondo palpitar de la sangre
un sonido que se hace grito, un eco que se vuelve rompiente
la mandíbula abierta por el temblor de los ojos
pues la ira que contiene el hueso arranca hasta el último guijarro de cordura
una manada
rompe la niebla del amanecer
y se precipita a la ciudad
una manada, como un sólo cuerpo
como una pezuña que abre el espeso tedio
atragantados
desprovistos
la fiebre y la transparencia de sus actos
se muerden la pezuña
atraviezan la calle y la piedra
hacia el lugar donde cuelgan las escamas
que dispersan lo rayos del sol sobre los domos de acrílico
atragantados
desprovistos
los papiones bajan a la ciudad destruyéndolo todo
con el sol hinchándole la espalda
erguidos sobre sus dos extremidadades
danzan en los escenarios de acrílico

corre un rio de sangre
desde las dunas hasta el mar
y la espuma se vuelve una roja mortaja

Tuesday, November 22, 2005

¡Que luz!
¡que ojos!
tus ojos
los más hermosos
que he visto
¿y si fueras un lenguado?
los tendrías a un lado de la cara
y mirarías
al sol de frente
y no podrías evitar
que los ojos te dolieran
o tal vez
estarías ciega
y yo podría acercarme
lentamente
y besarte
pero
serías demasiado repulsiva
y yo no quiero a una mujer resulsiva
quiero a una que tenga los ojos
a ambos lados de la cara
que no mire al sol de frente
que no le duelan los ojos
cuando la luz atravieza el agua

Thursday, November 17, 2005

Soñé que alguién cavaba dentro de mi ojo, no me dolía
sólo era perceptible el cosquilleo,
de una diminuta pala que sacaba todo lo que hay en las cuencas.
En el metal de la palita estaba el reflejo
de la cabeza de un oso polar
chocando una y otra vez con la piedra de su jaula.

Thursday, November 10, 2005

Bien, asumiendo el riesgo de llegar atrasado a esto de los blogs y pasar por oportunista he creado el mio con motivos super determinados. Sacar del closet a unos cuantos poemarios que ya están con olor a naftalina (que me tinca que si no existiera este asunto se quedarían allí para siempre) y decir algunas cosas de mí y de lo que me ocurre. Por pura, simple y obstinada vanidad. Porque de eso se trata, cierto, de una nada reprobable e inofensiva vanidad.
Bienvenidos a todos, al teatro de los piojos, voy a partir con unas cosas del 2002, aquellos años en que me creía un poeta de a deveritas.
Ahora, la verdad, es que no me compro ninguna entrada.
abrazos a todos.



m.g

















La jauría
civilizada




El perro
temible
bajo la sombra
de la colmena
ladra y habla.













Pollock













Dejo caer el cielo
en esta tela
y me sobrecojo

en el espacio pálido de la tela
dejo caer
mi pintura y mi sangre

más alto
más alto


las botellas de ginebra
pueblan mi taller
igual que estos dientes
que habitan mi boca y mi cuerpo

Me muerdo
Me muerdo
Me muerdo

Dejo caer el cielo en esta tela
dejo caer la vida en esta tela
y a esto
lo he llamado

dripping.













Amaba mi cuerpo que se estiraba bajo los árboles
rendido a la deliciosa letanía del verano

Amaba a mi prójimo
que mentía mirando a su prójimo
la ambición y el tedio


Amaba el cuerpo que ardía dentro de pájaros
yo amaba la higuera
a mi perro negro
amaba mi casa y sus contornos

dios,
¿acaso no sabías todo esto?





Aquí están mis dientes
colgados
unos
al lado de los otros
me muerdo
y esta es mi forma de reír.













gallos














Desnuda sobre el trigal

La agonía ha terminado
los ojos de su amante
silenciosos en el páramo


la espiga rota
en la grieta del deseo


su cuerpo
convertido
en lengua.







el gallo negro sobre el campo de trigo

el movimiento de los juncos en el agua


una piedra redonda


una gota de sangre.














un gallo negro sobre el trigal

traga el agua y la piedra

desnuda

aferrada al pecho de su amante

traga

un puñado de higos


maduros.

















Cielo






La muchacha de la azotea
construye un cielo
enrojecido
sobre las cabezas de
Los vigías

Ves
el cielo enrojecido de los vigías
Ahora.
en la tragedia

los dos somos un solo cuerpo
















Gordon Pym



No puede creer en el cielo enrojecido
todos los corazones de las playas
se ponen en movimiento

no puede creer en este asunto de baratijas


Al borde del llanto:
-Es posible-
el cielo enrojecido
como el dramático fin de los días
-Es absurdo-

Confía
Eso sí
en los papiones
de ellos depende
el curso de nuestra civilización

siempre creyó
en la boca abierta de un cielo enrojecido

¿Acaso mi corazón inmóvil en la fragua
no puede sobreponerse a lo inverosímil?













Usher

Fue este cielo enrojecido
que muy semejante a la sangre de la casa
precipitó la tragedia

los huesos de mi hermana
tísica


mi uña rígida sobre su ataúd

Los caballos
detrás de estas paredes
dentro de ella


delicadamente sonrío en el gigantesco espejo de la burguesía

Fue este cielo enrojecido
que muy semejante a la sangre de la casa
precipitó la tragedia

El gato colgado de las ampolletas
es repulsivo
más

delicadamente sonrío en el gigantesco espejo de la burguesía

Percibo el hedor a sangre y cal
estiro mis manos y en la sombra del espanto
toco
una cara como la mía

son mis facciones alargadas
es mi mano la que me recibe
y me llama por mi nombre.













Cochrane

Me han traído para que lidere la batalla naval
por una independencia que no es la mía
me han recibido con un mes de parranda y jolgorio
mientras el enemigo avanza por un mar en llamas

Pienso en sus inútiles barcos de hojarasca
su irrefrenable deseo de formar una república
y ellos
me han expuesto malamente una obra de Shakespeare
y ofrecido algunas mujeres de la región

A lo lejos
bajo un cielo enrojecido y brillante
los oscuros ciudadanos de la nueva república
floran sobre el agua negra.