poeta con corbata finolis

Resulta que el poeta había invertido hasta el último de sus centavitos en una corbata regia, azul marino, y ataviado con tan espléndido accesorio fue a leer su poesía en un lugar que había sido especialmente preparado para aquello. Sus poemas eran tranquilos y melódicos con la extensión justa, se podría decir, que tenía una especial fascinación por la forma y el ritmo. Estaba rebosante de alegría como un perro con dos colas.