poeta con corbata finolis
Resulta que el poeta había invertido hasta el último de sus centavitos en una corbata regia, azul marino, y ataviado con tan espléndido accesorio fue a leer su poesía en un lugar que había sido especialmente preparado para aquello. Sus poemas eran tranquilos y melódicos con la extensión justa, se podría decir, que tenía una especial fascinación por la forma y el ritmo. Estaba rebosante de alegría como un perro con dos colas.
1 Comments:
hermosssoo! me encanta como en la figura del poeta se descubre un gran intelecto...el cuerpo cuelga de su cabeza, sus patitas son a penas pilares de garza.
ya te lo dije me lo llevo.
2:10 AM
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